La expresión: El Líder Nace o se Hace, ha sido siempre una disyuntiva que confronta los retos de poder identificar a los colaboradores que tienen el potencial para direccionar el rumbo corporativo hacia el éxito.
Los cazadores de talentos por ejemplo en su gran mayoría buscan en primera instancia aquellos candidatos que poseen un liderazgo innato que permita obtener para sus empresas resultados inmediatos. Pero esta concepción deja de un lado la posibilidad de encontrar “la piedra en bruto”; es decir, colaboradores que pueden albergar capacidades ocultas que simplemente deben ser formados y pulidos para aprovechar su mayor potencial, que normalmente florece en el mediano y largo plazo.
Lo anterior, abre la posibilidad de encontrar en el mercado laboral tanto al líder innato como aquel que lo ha desarrollado por su experiencia académica y laboral. Pero en lo que definitivamente convergen ambas posibilidades es que el LIDERAZGO estará determinado por la capacidad que tiene un ser humano para lograr la mayor cantidad de SEGUIDORES que estén alineados a los propósitos que el líder direccione.
Existen algunos ejercicios que ayudan a fortalecer el estilo de liderazgo, por el cual te invitamos a observar el siguiente blog: Taller Práctico: Liderazgo
¿Qué tantos seguidores has logrado por tu empatía asertiva?
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